La crema facial anti-rosácea reduce el enrojecimiento y previene su aparición regulando el factor biológico responsable de la vasodilatación.
*El conjunto de aceites estratégicamente seleccionados por su actividad para ayudar a mantener una piel saludable, como el:
Aceite de Pepino: es beneficioso para tratar algunas condiciones de piel seca, acné, forúnculos y para ayudar a que la piel retenga la humedad. Se cree que los tocoferoles y pitoferoles, en este aceite, ayudan a restaurar los niveles de humedad de la piel y ayudan a mantener el equilibrio adecuado. Además, estos compuestos son pensados para fomentar el proceso de regeneración de la piel y, por lo tanto, puede llevar a la sanación acelerada de las imperfecciones, granos y forúnculos.
Aceite de Jojoba: El aceite de jojoba es conocido por sus propiedades sebáceas y curativas. Cuando se aplica a la piel, los elementos curativos del aceite promueven la regeneración celular mientras hidrata la piel.
Recomendaciones:
Las causas que ocasionan el enrojecimiento de la piel son muy variadas, pero el motivo primordial es la rosácea. Si bien es cierto que la rosácea no se cura, se puede y se debe tratar y controlar.
Varios factores pueden agravar o contribuir a empeorar las rojeces, mientras que algunos hábitos pueden minimizar sus efectos.
En la mesa: Evita el café, alcohol, bebidas muy calientes y platos muy condimentados, ya que pueden contribuir a la dilatación de los vasos sanguíneos.
Al sol: Ten cuidado con las quemaduras solares y al efecto “calor”. No te expongas al sol y utiliza cremas solares con un factor de protección muy alto.
Durante los cambios de estación: Limita los cambios bruscos de temperatura, así como ciertas condiciones climáticas (temperaturas extremas, vientos violentos).
Aplique diariamente de la Crema Facial Anti-Rosácea con el cutis limpio y libre de maquillaje.
Aplique suavemente una capa fina del producto.
No aplique en excesos.
Utilice protector solar.
Si observa alguna reacción desfavorable suspenda su uso.
